Marcas Racistas: abriendo los ojos

Cuando regresé a mi país natal, Ecuador, después de haber vivido, estudiado y trabajado por cuatro años en Estados Unidos, empecé a notar muchos contrastes culturales, entre ellos me di cuenta que las conversaciones que tenía con personas en Ecuador ya no tenían nada que ver con racismo, interculturalidad o igualdad, más bien tenían mucho que ver con política. Me di cuenta también, que en Ecuador a nadie le importa que el diseño que vemos muy comúnmente expuesto en las calles tenga connotaciones raciales.

Pues un día, mientras iba en un auto con otras personas, pasamos por un restaurante muy popular en el país llamado "Menestras del Negro", y debido a su renovada imagen, más específicamente logo, mencioné: "ah! que bueno que ya hayan cambiado su logo, a lo mejor alguien por fin se dio cuenta que el logo que usaban estaba mal" refiriéndome a su antiguo logo:

Ante mi comentario, las demás personas que iban conmigo, no entendían porque el logo anterior pudiera tener algo malo. Ante esta experiencia, puedo expresar que, usar el nombre menestras del negro, y usar un personaje negro puede ser debatible entre si está bien o mal. De lo que si estoy segura, es que utilizar un personaje negro en forma de cavernícola y con un tenedor que parece hueso en la cabeza no es correcto. Sabemos que históricamente, especialmente en Estados Unidos, se han creado varios logos y marcas de esta misma naturaleza, en donde se utilizan imágenes de indígenas. En concreto, las caricaturas ‘salvajes’ y ‘cómicas’ usadas por estas marcas favorecen la idea de ciertos grupos étnicos como salvajes y refuerzan el mito de que se trata de grupos étnicos congelados en el tiempo. Todo ello contribuye a intoxicar nuestras relaciones sociales y perpetúan la desigualdad racial. 

Lo curioso, es que ante la renovación de este logotipo, los medios publican esta noticia solo como "nuevo logo busca transmitir el hogar y la añoranza por volver al mismo. Utiliza el elemento del humo como símbolo del camino a casa y cómo este transporta a las personas a su hogar y a recordar diferentes sabores." Pero nunca se menciona la connotación racial que existía anteriormente.

Poniéndonos en perspectiva, les pregunto a los ecuatorianos como se sentirían si en Estados Unidos por ejemplo, existiera un restaurante con nombre "Latino´s food" y el logo fuera el siguiente, ¿nos sentiríamos identificados? ¿Nos sentiríamos ofendidos? Yo no me sentiría identificada, porque esa imagen no define mi cultura ni debería definir la cultura latina, más bien solo reforzaría los estereotipos negativos que en algunos casos llevamos los latinos por el mundo.

Un caso similar ocurre con la marca de dulce "Beso de Negra" de nestlé.

Hay personas quienes discuten diciendo que las personas de raza negra en Ecuador, están muy orgullosas de su color de piel y por lo tanto están de acuerdo en que los llamen negros y no tiene nada de malo; en lo que respecta a mi opinión, llamar a alguien por su raza y/o color de piel, depende de cada caso y de cada persona, y es justo decir que yo misma no pertenezco a esta raza, por lo tanto no puedo hablar en nombre de ellos. Lo que sí cabe recalcar, es que en el caso de estas marcas, se hace referencia al color de piel, lo cual me parece poco apropiado pues resulta algo parecido a que existieran marcas como la "leche del blanco", "el chifa de los amarillos", y mencionando un caso real, "the redskins".

Es cierto que en ciertos lugares, donde existe mayor pluriculturalidad, los temas raciales, de igualdad y discriminación se vuelven más sensibles y comunes. Sin embargo, considero que muy aparte del país en donde estemos, debemos ser conscientes de nuestro entorno, de la diversidad que nos rodea, y de cómo nuestras acciones pueden afectar y/o aportar en temas sociales de mayor escala. En el caso específico de los diseñadores, debemos recordar que somos responsables de crear imágenes y de comunicar visualmente muchos temas, y si no tomamos conciencia en lo que creamos y en cómo puede afectar estereotipos, podemos fácilmente contribuir en el retraso de la igualdad social con la que se ha luchado varios años.